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Elaborar un Altar de Muertos puede ser una actividad para hacer con los más pequeños con un profundo significado y tradición.
Los días entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre tienen en común varias celebraciones, todas ellas diferentes pero con un nexo de unión: la muerte.
El Día de Todos los Santos en la tradición católica y Halloween en la cultura anglosajona copan casi todo el protagonismo de esos días, pero no son las únicas.
El Día de Muertos mexicano se remonta a la era prehispánica y combina elementos precolombinos y católicos. Esta tradición se caracteriza por ser una celebración alegre y colorista, en contraposición a la solemnidad del Día de Todos los Santos y lo macabro y tétrico de Halloween.
¿Día de muertos, de Todos los Santos o Halloween?
Cuando yo era pequeña Halloween no había llegado a España y el Día de Todos los Santos era bastante triste. En mi casa se encendía una vela y se llevaban flores al cementerio en un ambiente de recogimiento y pena que no animaba a celebraciones.
Pasados los años, Halloween irrumpió en nuestra sociedad, pero no terminaba de convencerme. No me gusta demasiado disfrazarme y soy miedosa por naturaleza, de modo que los zombies, monstruos y demás personajes no me hacían nada feliz. Además, relacionar la muerte con sangre, vísceras y monstruos no calmaba mi ansiedad.
Sin embargo, ya de adulta, conocí la tradición mexicana del Día de Muertos y me fascinó. Recodar a los seres queridos con alegría y color, conectando con ellos y con la esperanza del reencuentro en un futuro me parecía mucho más amable.
Y desde entonces, con la intención de crear una tradición, en mi casa celebramos el Día de Muertos preparando nuestro altar en familia.

¿Qué es un altar de muertos?
Se trata de una de las tradiciones mexicanas más universales y tiene un significado que me encanta.
El Altar de Muertos honra y conmemora la memoria de los que ya se han ido y les permite (por dos días) regresar al mundo de los vivos para estar a nuestro lado, vernos y compartir un rato juntos antes de volver a su lugar.
A través de las ofrendas que colocamos en nuestro altar, mostramos el respeto, cariño o admiración que sentimos por nuestros seres queridos difuntos, pudiendo recordarles con alegría y ternura.
¿Cómo se hace un altar?
Colocar un Altar de Muertos es todo un ritual en el que cada elemento tiene un significado. A continuación te explico cuáles son las piezas básicas que debe tener un altar:
El altar se coloca sobre un mantel, tradicionalmente blanco, que sirve tanto para sostener el resto de elementos como para que el alma del difunto pueda descansar sobre el.
En lo más alto del altar se coloca un arco (a veces adornado con flores u hojas) que será la puerta por la que los difuntos puedan entrar al mundo de los vivos para visitarnos.
Según la tradición deben ser flores de Cempasúchi , nativas de México. Estas flores son muy difíciles de encontrar en España pero cualquier flor de color vistoso servirá. Las flores guían a los difuntos con su aroma para que puedan encontrar el camino de regreso a casa.
Con certeza viajar entre los dos mundos debe dar sed, así que ofrecemos agua para que a su llegada puedan beber y recuperarse.
Igualmente, seguro que después de tan largo viaje los difuntos llegan a nuestro mundo hambrientos, así que unos dulces o alguna galleta les resultará de gran agrado.
La luz de las velas ilumina el camino que separa el mundo de los vivos y los muertos, para que los difuntos no se pierdan durante su viaje.
En cada altar se suele colocar un pequeño plato con sal, con el fin de que el cuerpo no se corrompan al realizar el viaje. También protege de que ningún espíritu maligno aproveche para colarse por nuestro altar.
Ponemos una foto de nuestros difuntos, para recordarles tal y como eran, honrarles y mostrarles nuestro cariño. También se pueden colocar objetos personales.
Simbolizan que la muerte forma parte de nosotros y la belleza de lo desconocido. En la tradición mexicana suelen colocarse pequeñas calaveras de azúcar o chocolate, para entender la muerte como algo dulce.
Al coincidir con la religión cristiana, suele colocarse una Cruz o imágenes de la Virgen o algún Santo.
Para alejar malos espíritus y limpiar las almas de los que entran en nuestras casas. Además, el aroma del incienso reconforta las almas de nuestros difuntos y les anima a descansar en nuestro altar. También pueden usarse otras esencias o infusiones aromáticas como el laurel, romero o tomillo.
Tiene una función decorativa, para dar alegría a nuestro altar y recordarnos que se trata de una celebración. Puede encontrarse en tiendas de elementos decorativos o por internet, aunque si eres muy habilidosa puedes hacerlas tu misma en casa.
¿Por qué hacer un Altar de Muertos en familia?
La respuesta es bien sencilla: por los niños. Al hacerles partícipes de esta tradición buscamos un doble objetivo.
En primer lugar, compartir con ellos los recuerdos que tenemos de aquellos seres queridos que ya no están y que no han conocido, para que formen parte de su memoria y no caigan en el olvido. Contarle anécdotas, historias y hazañas de nuestros seres queridos fallecidos harán que los vean como parte integrante y aun viva de su historia.
En segundo lugar, creo que familiarizarse con la muerte de una manera serena y natural ayuda a los niños a no desarrollar un miedo innecesario.
Para mí es una bonita manera de recordar a quienes se marcharon y que espero poder convertir en una tradición que perdure en el tiempo.
Para finalizar este post te recomiendo ver, si es en familia mucho mejor, la película Coco , en la que se explica la esencia del Día de Muertos de manera magistral.
¿Conocías esta tradición?¿Te animarías a poner un altar de muertos en tu casa? Te leo en los comentarios.
Publicado inicialmente el26 octubre, 2020 @ 6:00 am